miércoles, diciembre 27, 2006

EL COSTO DE NO DESCLASIFICAR LOS GASTOS RESERVADO

Cuando un gobierno se encuentra en la encrucijada de tener que decir la verdad en materias tan delicadas como los fondos reservados siempre será mejor enfrentarlo con claridad y transparencia absoluta, más aún cuando se trata de financiar un pilar importante de toda democracia como son los partidos políticos, mas allá de que el juicio de la ciudadanía pueda ser negativo en el momento de su anuncio, sin embargo lo que resulte de ese proceso siempre será mejor para los destinos de nuestra sociedad. Es por ello que debería existir la desclasificación de la nformación en materias como los gastos reservados.

No me consta pero intuyo fuertemente que parte de los gastos reservados han contribuido a tener partidos políticos sólidos en nuestro país, como también deben haber servido para implementar las políticas de pacificación de grupos extremistas que surgieron de la violencia dictatorial y que legítimamente no compartían con la democracia pactada que desde la concertación hemos impulsado.

El reconocimiento de estos hechos podrían efectivamente abrir un flanco de critica de la derecha, argumentando el desequilibrio que han provocado en las elecciones que se han celebrado con gobiernos de la concertación al mando del país, sin embargo se olvidan que hoy dichos gastos se han reducido de un 11% del presupuesto el año 1990 al 1% el año 2006, lo que refleja la política sistemática de los gobiernos concertacionistas de reducir gastos discrecionales de la autoridad para tener gobiernos más probos para Chile. También se olvida la derecha de que el año 1988 se duplicaron los gastos reservados presupuestados de 22 mil a 44 mil millones, coincidentemente con el año en que se celebraría el plebiscito donde se decidiría el destino de Pinochet. Esto como ejemplo de que ante la voluntad popular difícilmente gastos que hoy se han reducido al mínimo podrían influir ante el veredicto ciudadano.

Si algún gobierno decidiera desclasificar los gastos reservado la clase política se vería en la obligación de legalizar un mecanismo de financiamiento de los partidos políticos y una sociedad que terminaría por aceptarlo.

Dicha reflexión ha alcanzado alta publicidad producto de que se ha instalado el tema por parte de dirigentes como Jorge Schaulsohn, que independientemente de sus intereses y la errática forma de su planteamiento ha recibido la máxima sanción que un partido político pueda establecer a uno de sus integrantes habiendo perdido éste la oportunidad de exigirle toda la información que disponía para esclarecer y enmarcar hechos que hoy tienen una connotación corrupta mayor a la real, sembrando un manto de duda al hablar de una ideología de la corrupción. Así el PPD perdió junto a la información que tiene Schaulsohn una oportunidad de hacer una real contribución a un debate serio y con altura de miras con respecto a la necesidad de financiar uno de los principales pilares de toda democracia moderna y hoy vilipendiados Partido Políticos.

jueves, diciembre 21, 2006

FIRMA PARA RENACIONALIZAR EL COBRE

Una vez muerto Pinochet la derecha y los empresarios, que se vieron beneficiados con las políticas económicas de la Dictadura, no se cansan de repetir lo exitoso del modelo que impusieron a la fuerza. Sin embargo yo me pregunto ¿Qué sería de Chile si Allende no hubiese nacionalizado el Cobre?.

Simplemente seríamos la mitad más pobre de lo que somos hoy en día.

www.defensadelcobre.cl ha iniciado una campaña de recolección de firmas, que para diciembre pretende reunir 1 millon de adherentes para solicitar la renacionalización del Cobre. Como un homenaje simbólico a la verdadera obra económica que tuvo a Allende como protagonista apoyemos esta iniciativa pidiendo el formulario a defensadelcobre@gmail.com

jueves, diciembre 14, 2006

MANIFESTACIONES POR LA MUERTE DEL DICTADOR
La verdadera tristeza que debiera estar en cada uno de los chilenos y chilenas es la conducta que hemos visto tanto de los partidarios como los detractores de Pinochet, pues ello refleja y es producto de la existencia de más de una interpretación a las violaciones de los Derechos Humanos cometidas en el régimen de Pinochet. Un país reconciliado donde los que cometieron los crímenes fueron juzgados no habría tenido como telón de la muerte de Pinochet las manifestaciones de uno y otro bando como las que presenciamos.

Si bien es aceptable que existan interpretaciones varias con respecto al pronunciamiento militar como lo llaman los partidarios y el golpe de Estado como lo llamamos los opositores lo que no es posible en una sociedad moderna es avalar o justificar la persecución, la muerte, la desaparición, la tortura por parte de quienes deben velar por el bien de cada una de las personas y ciudadanos de la patria. Ahí solo cabe una interpretación y los países donde la sociedad comparte una sola visión son aquellos que podrán llamarse con toda autoridad, MODERNOS.

La alegría expresada por los detractores de Pinochet debería haber sido expresada en el marco de un fallo condenatorio por los crímenes y el enriquecimiento ilícito que cometió detentando el poder absoluto producto de la peor traición que puede cometer un militar al desatender la obediencia que le debe a la constitución de su patria; y la furia de los partidarios de Pinochet debería ser motivada por la vergüenza que provoca que el líder que admiran y veneran haya cometido dichos excesos.

El telón de las manifestaciones a favor o en contra, entendidas como una sociedad que se encuentra divida al momento de evaluar las violaciones a los derechos humanos con una misma visión de intolerancia obsoluta es el costo más alto que debemos pagar por haber pactado una salida democrática como lo fue la expresada el 5 de octubre de 1988 y haber iniciado una transición llena de símbolos vivos del régimen autoritario como es la vigencia de la constitución de 1980 que significo la permanencia de Pinochet en el cargo de Comandante en Jefe del Ejercito y su posterior senaduría vitalicia, a la que renuncio por mantener la coherencia con el argumento de las enfermedades mentales esgrimido en tribunales de justicia para conseguir su impunidad.

En la concertación debemos asumir nuestra parte de responsabilidad política por haber contribuido a desarrollar una sociedad con una mentalidad ambigua frente a la violación de los derechos fundamentales de las personas radicando nuestros mayores esfuerzos en desplegar instrumentos de participación con poder real de decisión y así contribuir a anclar definitivamente los principios y valores de una sociedad democrática.

Mientras mas profunda es la participación ciudadana en la toma de decisión, menos espacio queda para interpretaciones ambiguas frente a los principios de la vida, la libertad y la probidad.

jueves, diciembre 07, 2006

PROLOGO Y DESARROLLO DE LA CRISIS INTERNA DEL PPD

En el Consejo Nacional del Partido Por la Democracia primo un espíritu constructivo para iniciar la superación de la crisis. Donde una gran mayoría de Consejeros hizo gestos de generosidad centrados en cuan responsable éramos cada uno de nosotros en la construcción de esta crisis.

Es así como las tempranas palabras del Presidente Bitar pidiendo disculpas al país, seguidas de la Presidente Bachelet en cuanto a que en los momentos difíciles se esta con un partido amigo como lo es el PPD fueron marcando el devenir del Consejo Nacional que tuvo a un Senador Girardi haciendo su propio mea culpa y por otra parte a un Senador Flores pidiendo disculpas por quienes se hayan podido sentir ofendidos con algunos de sus dichos.

La gran mayoría de quienes tuvimos ocasión de intervenir enmarcamos nuestro dichos en ese espíritu y evitamos mencionar episodios que pudieran ir en dirección contraria a los intereses de iniciar un camino de recuperación partidaria.

Sin embargo hoy existiendo una mayor estabilización de la crisis, creo necesario recordar que ésta tuvo un preámbulo que se escribió en la directiva nacional de Olmué de Agosto último, donde Nicolás Eyzaguirre puso el acento a una crítica política a nuestras practicas internas calificándolas como distantes del ambiente democrático que debiera reinar en un partido como el PPD. Recordemos que la respuesta que recibió por parte de algunos miembros de la mesa fue poco prudente y anuncia la crisis posterior.

Apreciando el gesto que tuvo el senador Flores de presentarse al Tribunal Supremo y al Consejo Nacional donde pidió las disculpas a quienes se hayan podido sentir ofendidos con algunos de sus dichos, recogiendo en su intervención, la petición que algunos le hiciéramos con la autoridad política de haber sido la base de apoyo en la elección interna donde levantó una opción a presidir el partido. Es justo señalar las dificultades que existe en el PPD para calibrar la forma de emitir una opinión política sobre temas en que se requiere enmendar rumbo, sobre todo teniendo en consideración el prologo de la crisis que se escribió en Olmué en que una opinión política vertida en un encuentro interno, dicha en buenos términos fue acallada con filtraciones a la prensa, levantando así una cortina de humo que impidió abrir un sano espacio de debate político sobre las debilidades que tenemos como Partido. ¿Quizás ahí tuvimos la oportunidad de evitar otros episodios que está viviendo el PPD hoy en día?

Es por ello qué comparto plenamente lo planteado por el compañero Rene Jofré, en la entrevista al Diario La Segunda, que adjunto, en cuanto a la necesidad de que la mesa del partido debe desarrollar conversaciones con todos los actores como capítulo posterior al Consejo Nacional porque la foto y las intervenciones de los senadores Flores y Girardi no resuelven por si mismo las dificultades, sino solo representan el inicio del camino a seguir para la superación de la crisis que se enquista en nuestras practicas clientelísticas que van socavando la institucionalidad partidaria.

Lo anteriormente planteado nace de la inquietud de haber participado en la última Comisión Política del PPD donde lamentablemente, de nuevo, no se profundizó el debate acerca de la crisis interna que estamos viviendo y que debería ser el tema central en cada una de las instancias partidarias.


Fraternalmente,


LEOPOLDO PINEDA HERRERA
MIEMBRO DIRECTIVA NACIONAL PPD